Los aportes de José Martí a la política y la cultura fueron comentados por el catedrático de la Universidad de La Habana, Ángel Pérez Herrero, en una conferencia impartida en la capital guatemalteca a cubanos residentes en este país y naturales de la nación sudamericana solidarios con Cuba.
Martí (1853-1895) es un paradigma de escritor y revolucionario, quien mantuvo durante su vida una actitud vertical consecuente con la libertad de Cuba», destacó hoy quien durante varios lustros ha sido uno de los panelistas del programa instructivo Escriba y Lea, de la Televisión Cubana.
Más de medio centenar de miembros de la Asociación de Cubanos Residentes en Guatemala José Martí y guatemaltecos de organizaciones de la Solidaridad con Cuba escucharon al profesor de amplia experiencia, durante la conferencia efectuada en la embajada cubana en este país centroamericano.
Pérez Herrero destacó que Martí fue dejando en América la huella de su pensamiento, fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892 para organizar la guerra que independizaría a la isla caribeña del coloniaje español e impediría el neocolonialismo estadounidense.
A su juicio, el creador fue fundador del modernismo -movimiento artístico propio de América que influyó en escritores europeos- pues escribió su poemario Ismaelillo antes de que Azul, obra insigne del poeta nicaragüense, Rubén Darío. Del paradigmático escritor y periodista, dijo que al leer sus artículos sobrecoge la cultura porque hizo crítica dramatúrgica, y fue un gran conocedor de la obra del inglés William Shakespeare y el teatro de oro español.
Para el poeta, el arte debía reflejar la vida de América, subrayó el divulgador de los valores históricos, culturales y artísticos de la nación, como lo presentó el funcionario de la legación cubana, Ángel Luis Zaldívar.
Por su parte, el embajador de Cuba en Guatemala, Carlos de Céspedes, comentó varios fragmentos de una de los discursos medulares del convincente orador, conocido como Con todos, y para el bien de todos, pronunciado en Tampa, Estados Unidos, el 26 de noviembre de 1891.
«De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantarnos sobre ella», citó el diplomático, al subrayar la importancia de la solidaridad mutua mantenida por Cuba y Guatemala durante mucho tiempo.
De Céspedes enfatizó además que para el Apóstol la palabra cubanos tenía un misterio de ternura y un sabor tan puro «que si se le pronuncia como se debe, parece que es el aire como nimbo de oro, y es trono o cumbre de monte la naturaleza.»
En la actividad, el dúo de flauta y guitarra de Pedro lázaro y Byron García interpretaron Entre pausas, de la autoría del primero, y la clásica Contigo en la distancia del compositor cubano, César Portillo de la Luz, fallecido en 2013.
El grupo Trinisón puso a bailar a los participantes al ritmo del contagioso Chan Chan, del universal Compay Segundo, y logró que a más de uno se sintieran nostálgicos al escuchar Yolanda y Amo esta Isla, del cantautor Pablo Milanés.