Carta abierta del hijo de José Martí a Gerardo Machado

No es muy conocido en la historia de Cuba el valiente alegato que José Martí Zayas-Bazán escribiera al tirano Gerardo Machado y publicaron los periódicos habaneros el 23 de junio de 1931. También en general ha sido poco divulgada su participación en la Guerra de Independencia en 1895.

Ya hacia ese año estaba ocurriendo en la Isla un verdadero combate popular contra el régimen machadista. La intelectualidad revolucionaria era encabezada por el profesor universitario Enrique José Varona, y la posición más vertical la mantenía el joven poeta Rubén Martínez Villena, dirigente comunista entregado a la organización del proletariado cubano.

El claustro universitario se adhería a las posiciones revolucionarias del Directorio Estudiantil, organización que en Cienfuegos dirigía el joven Carlos Rafael Rodríguez. Así estaban las cosas cuando el déspota hizo procesar, en el mes de febrero, a 89 dignos profesores universitarios, lo cual provocó el repudio en masa de los estudiantes del país, fundamentalmente en el más alto centro de estudios habanero, justo cuando en la provincia de Oriente Guiteras organizaba un alzamiento.

En abril, Machado intentó obtener una tregua en el enfrentamiento popular contra él. Para ello restauró formalmente las Garantías Constitucionales y liberó a algunos presos políticos, pero esas medidas no engañaron a nadie. Es entonces que en el mes de junio, en medio de ese contexto político convulso, aparece un Manifiesto titulado Ante Cuba, de notable repercusión porque estaba firmado por el hijo del Héroe Nacional.

Aquel a quien su padre llamó Ismaelillo en sus “Versos Sencillos”, había terminado la guerra con el grado de Capitán y el título de Héroe de la toma de Las Tunas, pero era solo un modesto empleado de Aduanas, en La Habana, que sentía en carne propia la ignominia ya insoportable para el pueblo cubano de la dictadura que asesinaba jóvenes en las calles, como años más tarde haría otro tirano: Fulgencio Batista.

José Martí Zayas-Bazán, hijo del Apóstol, alzó su voz, escribiendo una carta pública contra Machado, que publicaron los diarios de la época, y emplazó al tirano a renunciar y cesar la traición a su pueblo y a los sueños de José Martí Pérez.

Tenía alta moral para solicitarlo, porque el hijo del Maestro vivía modestamente, con su escaso salario de empleado, no pudo estudiar Derecho por la falta de recursos económicos, siempre estuvo apartado de la politiquería corrupta y estaba felizmente casado con María Teresa Bances, con quien mantuvo esa relación amorosa durante 23 años, hasta su muerte ocurrida en el año 1945.

Machado había declarado públicamente —precisamente durante una visita realizada a Cienfuegos—, que él “gobernaría con la misma honradez que lo hubiera hecho el propio Martí”, lo que era una descarada comparación con el Héroe Nacional, y por eso lo denunció, lo desenmascaró, señaló su deshonestidad y lo llamó asesino.

Fue la carta abierta un documento devastador para el tirano, que resultó como bofetada en pleno rostro de aquella bestia que Rubén Martínez Villena llamó “asno con garras”.  Ese Manifiesto fue una fuerza más que hizo que la dictadura de Gerardo Machado fuera derrocada en el año 1933. Por eso es bueno sacar a la luz estos hechos luminosos, casi inéditos, de un hombre que supo honrar a su extraordinario padre.

Fuente: www.5septiembre.cu