En diciembre de 2011, bajo el liderazgo del presidente venezolano Hugo Chávez, nació la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que agrupa los 33 países del continente, con la excepción de Estados Unidos y Canadá. El objetivo, claramente expresado, era emanciparse de la coacción de la Organización de Estados Americanos, “Ministerio de las Colonias de Estados Unidos”, para retomar la famosa expresión del canciller cubano Raúl Roa, entidad históricamente bajo la influencia de Washington y desprestigiada por su alineamiento recurrente con la política del poderoso vecino.
La diversidad ideológica caracteriza esta nueva entidad con vocación integradora. Los gobiernos progresistas como los de Cuba, Bolivia, Ecuador o Venezuela se mezclan con regímenes más conservadores presentes en Colombia, México u Honduras. No obstante, la voluntad de emanciparse de la tutela estadounidense y de reivindicar una nueva independencia cimienta esta alianza. ¿De qué modo el nacimiento de la CELAC pone en tela de juicio la hegemonía estadounidense sobre el continente latinoamericano? ¿Cómo este organismo nuevo se ha convertido en actor ineludible en la escena internacional?
Tres ejes estructurarán esta reflexión. En un primer tiempo convendrá recordar la génesis de este proceso y el papel fundamental del presidente Hugo Chávez, principal artífice de la integración latinoamericana. Luego habrá que dar una atención particular a la voluntad de desmarcarse de la Organización de Estados Americanos y de la tutela estadounidense. Finalmente será oportuno arrojar luz sobre las iniciativas emblemáticas que tomó la CELAC desde su creación.