A José Martí, Fidel Castro y a los próceres de América hay que verlos siempre como un patrimonio vivo que nos acompaña, nos nutre y nos inspira día a día, dijo hoy, aquí, Abel Prieto Jiménez, director de la Oficina del Programa Martiano, al referirse a la importancia de mantener vivo el legado de estos hombres.
Al término de la asamblea de balance anual de la filial de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) en Sancti Spíritus, el también presidente de esa organización refirió a la ACN que “lo que no podemos permitir de ninguna manera es que un día Martí, Fidel y los grandes pensadores de la región estén en un anaquel o en un museo”.
Una de las características del pensamiento martiano es que jamás envejece, porque hoy más que nunca lees Nuestra América, un texto imprescindible, y te das cuenta de lo significativo que es tener esos ideales como una suerte de herramienta que permita desmontar las trampas que te impone la colonización cultural global, resaltó Prieto Jiménez.
Fidel, que era un martiano absolutamente raigal, estaba convencido de que era necesario mirar el mundo, el entorno, la cultura, la historia, la memoria, con los ojos de Nuestra América, significó Prieto Jiménez, quien precisó, además, cómo ambos líderes fueron capaces de reconocer a dónde va a parar esa prosperidad basada en el culto al dinero, despojada de poesía, de espiritualidad, de solidaridad.
Destacó, a su vez, que la mirada del Héroe Nacional de Cuba es tan profunda y tan abarcadora que hay en ella una fuente inagotable de sabiduría, como la hay igualmente en la de Fidel; de ahí la necesidad de que nos acompañe, nos inspire y nos guíe, reiteró el director de la Oficina del Programa Martiano.
Durante la asamblea de balance Abel Prieto Jiménez subrayó la urgencia de hacer mucho más visible el trabajo que tiene la institución en las escuelas o en las cátedras del adulto mayor porque son miles las personas que a lo largo de la Isla, de forma apasionada y desinteresada, están difundiendo la obra del Apóstol.
Entre los temas más debatidos en el encuentro estuvieron la importancia de consolidar aún más la labor de la organización y el necesario vínculo que debe existir siempre entre la Sociedad Cultural y las diferentes enseñanzas, con vistas a replantearse mucho mejor la estrategia de comunicación.
En ese sentido, Abel Prieto Jiménez insistió en que la batalla hoy debe darse en todos los entornos; estamos frente a un mundo donde prima el culto a la industria del entretenimiento, que no invita a pensar, al deleite sano, puntualizó.
Según se conoció en la cita en la que se presentó el número 53 de la Revista Honda, frente a esa industria del entretenimiento, cada año desde el Centro de Estudios Martianos, por ejemplo, se gestan libros muy interesantes que convidan a voltear la mirada a la extraordinaria obra del autor de La Edad de Oro.
Unas 535 personas, agrupadas en 29 clubes, integran la Sociedad Cultural en Sancti Spíritus, institución reconocida en este territorio central por sus aportes a la cultura de la región y por desarrollar durante dos décadas el Coloquio Voces de la República.