Pedro Pablo Rodríguez: “En el centro del pensar y actuar martianos está el respeto a los seres humanos”
Por: Yilena Héctor Rodríguez, Claudia Fonseca Sosa, Enrique González Díaz (Enro)

A la VI Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo que sesiona por estos días en el Palacio de las Convenciones de La Habana asisten intelectuales de 98 países, enfocados en el diálogo sobre temas cruciales para nuestros pueblos, como la solidaridad, la defensa de causas justas y la vigencia del pensamiento martiano.

La Conferencia se desarrolla en momentos en que se avanza hacia nuevas formas de organización del sistema mundial, en el contexto de una transición civilizatoria que trasciende el legado del colonialismo, el hegemonismo y la unipolaridad, para hacer del multilateralismo y la sostenibilidad del desarrollo humano su objetivo fundamental.

Sobre la valía de encuentros como este y la vigencia de la obra y las ideas de José Martí, Cubadebate dialogó con el Doctor en Ciencias Históricas Pedro Pablo Rodríguez, investigador titular del Centro de Estudios Martianos.

¿Qué importancia tiene que se desarrolle un evento como este en el contexto actual?

—“En cada edición de la Conferencia es mayor el número de participantes extranjeros y lo interesante es que se amplían también los temas que se abordan. No solo es que distintas personas se refieran a ideas expresadas por Martí, sino también un poco cómo desde Martí se puede hacer un análisis del mundo contemporáneo y sus grandes problemas.

“En mi opinión, esta conferencia es una vía para mostrar la presencia de Martí, no solo porque fue útil su pensamiento en su época, sino cómo lo sigue siendo en los tiempos actuales.

“No solo es importante desde el punto de vista de la universalización, de un mejor conocimiento en todas partes de Martí, para que sea más claro aquello de que ‘vengo de todas partes y hacia todas partes voy’. También demostrar aquello que para analizar problemas contemporáneos las ideas martianas pueden ser muy convenientes y necesarias, en aras de afrontar este mundo, que cada vez se nos vuelve más difícil.

“Estamos viviendo un momento tan crítico de la humanidad como pudieran ser los años inmediatos a la Segunda Guerra Mundial, como pudieron ser la enorme cantidad de campañas militares que hubo en el siglo XIX entre las grandes potencias europeas por alcanzar la dominación del mundo, o lo que fue la formación del sistema colonial en el siglo XV y cómo se extendió en el siglo XIX a lugares como África, Asia y el Pacífico.

“Este es un momento parecido a esas épocas en cuanto a gravedad, y quizás sea hasta peor, porque, por el camino que vamos, la sociedad contemporánea en buena medida está poniendo en riesgo la vida en el planeta”.

Y experiencias positivas …

—“Por ejemplo, China, que ha logrado estar presente en todo el mundo sin necesidad de disparar un tiro. Los chinos están demostrando ser un pueblo que quiere aprovechar las capacidades humanas y el conocimiento para un ejercicio benefactor, que es ayudarnos a ser mejores personas y ayudarnos a extender formas adecuadas de vida para otras sociedades. Eso me parece algo muy martiano.

“Porque hay que ver también cómo Martí miró a Asia. Creo que Martí previó este presente; porque el mundo se mueve de forma acelerada hacia la zona asiática, con la fuerza económica que muestran países como China, la India, Vietnam, Cambodia, Indochina, Japón.

“La sabiduría de civilizaciones tan antiguas se hace sentir en el mundo contemporáneo y aporta mucho.

“Martí diría sobre la sublevación de los cipayos en la India: ‘civilización es a lo que los ingleses llaman cuando atan a un rebelde indio a la boca de un cañón y lo vuelan’. No hay crítica más certera a la llamada civilización occidental, que es la del capitalismo. Además, en aquel momento en que los modelos eran Inglaterra, Francia y Estados Unidos”.

¿Cómo enfrentar las renovadas ideas fascistas que se observan en muchas sociedades hoy, a partir del pensamiento martiano?

—“Cada sociedad y cada época debe aprovechar y aprender del pasado para solucionar los problemas que vive. Aunque existe una continuidad, hoy no leemos a Martí como se hacía en el siglo XIX. Hay obras de Martí traducidas al chino, al japonés, al vietnamita. Esa extensión de la obra de Martí más allá del mundo hispano ayuda no solo a consolidar relaciones entre sociedades diferentes que han tenido caminos muy distintos, sino además a aprovechar esa ética martiana que es ‘vivir para entregar, no para recibir’. Es una espiritualidad y un sentido de entrega muy necesarios en el mundo actual, donde el capitalismo está conduciendo hacia un camino directo a la destrucción del planeta. Este conocimiento que se adquiere de Martí en otras sociedades ayuda a expandir otro tipo de pensamiento.

“Creo que estamos en un momento muy peligroso, donde se acortan los tiempos. Y cuando las personas conocen una figura como Martí, de una mirada tan universal y un aprendizaje de tantas culturas, es un aporte al equilibro que tanta falta nos hace”.

¿Por qué entonces cuando hablamos de equilibrio del mundo debemos referirnos necesariamente a Martí?

—“Martí fue de los pocos que comprendieron que en la sociedad moderna o las culturas confluyen y se trabaja por objetivos similares o el mundo es un desastre.

“Cuál es hoy la gran crisis norteamericana, el aumento de las divisiones sociales, el dominio de una casta privilegiada desde el punto de vista económico, que al mismo tiempo ejerce ese poderío sobre los demás sectores sociales.

“En particular me sorprenden los conocimientos de Martí del budismo, cómo vio la religión cristiana desde su lado espiritual y cómo aportó ciertos elementos críticos al propio catolicismo. Escribió también sobre las iglesias protestantes de Estados Unidos, y le llamó la atención la mercantilización que habían tenido algunas de ellas.

“En el centro del pensar y actuar martianos está el respeto a los seres humanos, a las culturas más diversas, el tratar de buscar una confluencia de culturas, sin que se pierdan las raíces propias.

“Una Cuba libre para él hubiera sido una Cuba abierta al mundo y, al mismo tiempo, muy fuerte en sus tradiciones.

“Ahí está el valor eterno de Martí, que ya es una de las figuras más importantes del mundo”.

Tomado de: http://www.cubadebate.cu/